viernes, 26 de diciembre de 2008


Me empujas,caigo,desgarras y

te araño,me muerdes,me excito,te enciendes.

Ya no pensamos, según mi cuerpo jadea ignoro la cordura y nos invade un profundo instinto animal.

Yo callo, tu ya no sonríes,pero acaricias consideradamente.

Recorres colinas,cuencas,deltas.En mi despiertan espamos,mi cuerpo se enciende en un ardor insofocable.

Tu mano es la embarcación que capitanea el mar de mis deleites,y encaramada a tu velero surcamos las aguas que avivan,no la fogata del amor,sino del deseo y el pecado.

Y enredados en un bucle de dicha,nos fundimos en un solo ser, al que no le importa nuestro pasado,ni los males,anhelos, miedos ,intenciones ni deseos, tan solo pugnamos por un mismo fin;

relamer el goce de lo vetado...


Conforme se acerca el alba,nos percatamos de la fugacidad del tiempo, y en un último intento de hacerme tuya,me oprimes contra tu torso ,y así exprimir cualquier jugo de pudor que pueda quedar en mí,

amaneciendo al sol en un gemido enmudecido por la forcejeo de tus dedos entre mis labios.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Verdaderamente excitante y sugestivo con un ritmo de narración, y sentido, que refleja el espiritu especial de quien lo escribe. Enhorabuena.
Al leerlo nos introducimos en una agradable turbulencia de deseo, amor, odio, placer hasta sentirlo.
Gracias, y recuerda que has de ser tú misma, siempre.

blo dijo...

sabes q siempre estoy presto a disFRUTAR de tu compañia.pero aora ando ocupado, ya sabes el tipico trajin de navidad y claro(lo peor es q m lo creo sabes) mñn tarde nos tomamos algo? recuerdo pintas en el irlandes, t ape?