Desde pequeñita fui colocando poco a poco mis fichas LEGO ,para cuando llegase mi príncipe azul subirme a ellas y alcanzarle , facilitándole la tarea a mi príncipe, pero ayer ,ayer, lo ví a lo lejos galopando, sin parar y al llegar a mi torre no se detuvo a sostenerme la mano y llevarme con el junto al sol, sino que pasó de largo , pasó por encima de mis fichas de colores derribándolas a su paso, y arrastrándome a mi con ellas, sumergiéndome en el más sucio y pegajoso fango.

Nunca creí en el amor,(o al menos no era consciente de ello),aunqe siempre han estado a mi alrededor historias de frágiles amores adolescentes ,ninguno se detuvo en mi puerta y los demás me pillaban de lejos. El amor siempre ha sido el vecino del pueblo siguiente, sin embargo ha sido el desamor quien ha jugado conmigo, quien vivía puerta con puerta y venía a pedirme sal.

Ayer mi príncipe no solo destruyó mi torre, ni mi vestido, se llevó con él toda esperanza de mudarme de vecindario, dejando al frío y desconsiderado desamor con una nueva plaza de garaje vacante.

Quiero odiarle, quiero olvidarle y qiero destruir su torre, pero se q eso no m lo traerá de vuelta.Lloré por no ser tu amante, pero a caso llora el hielo por no ser diamante?
Confío en que vengan tiempos mejores, o al menos de olvido.

Esta vez, la moneda calló por el lado de la soledad y el dolor.

Se despide,
mi corazón miope .