A veces al sentirme sola e incomprendida alzo la voz , grito para intentar que alguien me oiga y ayude a paliar mi inquietud.
Grito tan alto, tan fuerte que podría desgarrar las nubes.
Pero con la garganta semi-quebrada y sin respuesta, llega el momnto d silencio, de reflexión, de sentarme en las rocas:
Y mientras las ligeras olas rompían en mis dedos, me dí cuenta de lo idiota que había sido, ya que todo respuesta que quería tener, la voz que quería oir era muda, hablaba con el corazón, con el alma, con sus ojos.Estaba dentro de mí.
"He nacido hoy de madrugada,
Viví mi niñez esta mañana
Y sobre el mediodía ya transitaba mi adolescencia.
Y no es que me asuste que
el tiempo pase tan deprisa.
Sólo me inquieta un poco pensar
Que tal vez mañana
Yo sea
Demasiado vieja
Para hacer
lo que he dejado pendiente. _ "
Gracias,
Carmen.